martes, 25 de noviembre de 2014

Queridos padres:

Lo sé. Estáis preocupados. Cada día, vuestro hijo llega con una historia sobre ESE niño. El que está siempre golpeando, empujando, pellizcando, molestando, quizás incluso mordiendo a otros niños. El que siempre va de mi mano en la fila. El que tiene un lugar especial en la alfombra, y a veces se sienta en una silla en vez de en el suelo. El que tuvo que dejar de jugar con bloques porque los bloques no son para lanzar. El que se subió a la valla del patio en el momento exacto en el que yo le decía que parara. El que tiró la leche de su compañero al suelo en un arranque de rabia. A propósito. Mientras yo le miraba. Y luego, cuando le pedí que lo limpiara, vació la caja de pañuelos ENTERA. A propósito. Mientras yo le miraba. El que soltó la más terrible palabrota en la clase de gimnasia.
Os preocupa que ESE niño desmerezca el aprendizaje de vuestro hijo. Os preocupa que absorba mucho de mi tiempo y energía, y que vuestro hijo salga perdiendo. Os preocupa que algún día le haga daño a alguien. Os preocupa que este “alguien” pudiera ser vuestro hijo. Os preocupa que vuestro hijo empiece a usar la agresión para conseguir lo que quiere. Os preocupa que vuestro hijo empeore sus resultados porque quizás yo no me dé cuenta de que le cuesta sujetar el lápiz. Lo sé.
Vuestro hijo, este año, en esta clase, a su edad, no es ESE chico. Vuestro hijo no es perfecto pero suele seguir las reglas. Es capaz de compartir los juguetes sin pelear. No lanza muebles. Levanta la mano para hablar. Trabaja cuando es la hora de trabajar y juega cuando es la hora de jugar. Se puede confiar en que vaya directamente al baño y regrese sin engaños. Cree que las peores palabrotas son “estúpido” y “tonto”. Lo sé.
Fijaos, me preocupo todo el tiempo. Sobre TODOS ellos. Me preocupo por las dificultades de vuestro hijo con el lápiz, por cómo lee las letras otro, por la timidez de esa chiquitina, y porque hay otro que lleva siempre la caja del desayuno vacía. Me preocupa que la chaqueta de Gavin no abrigue lo suficiente, y porque el padre de Talitha le grita por dibujar la B del revés. La mayoría de mis desplazamientos en coche y duchas las dedico a estas preocupaciones.
Pero, lo sé, queréis hablar sobre ESE niño. Porque la B invertida de Talitha no le va a poner un ojo morado a vuestro hijo.
Yo también quiero hablar de ESE niño, pero hay muchas cosas que no puedo contaros.
No puedo contaros que le adoptaron en un orfanato a los 18 meses.
No os puede decir que está haciendo una dieta para descartar alergias alimentarias, y que tiene hambre TODO EL TIEMPO.
No os puedo contar que sus padres están en medio de un horrendo divorcio, y que está viviendo con su abuela.
No puedo contaros que empieza a preocuparme que la abuela beba…
No te puedo contar que la medicación para el asma le agita.
No puedo contaros que su madre es monoparental, y por esto entra en el colegio cuando abre la acogida matinal y se queda hasta la acogida vespertina, y después el viaje hasta casa les lleva 40 minutos y por esto duerme menos que muchos adultos.
No puedo contaros que ha sido testigo de violencia doméstica.
De acuerdo, decís, entendeis que no puedo compartir información personal o familiar. Sólo queréis saber qué estoy HACIENDO al respecto de su comportamiento.
Me encantaría decíroslo. Pero no puedo.
No puedo contaros que va a logopedia, que han descubierto un retraso severo del lenguaje y que los terapeutas piensan que las agresiones tienen que ver con la frustración por no ser capaz de comunicarse.
No puedo contaros que me veo con sus padres CADA semana, y que ambos habitualmente lloran en estas reuniones.
No puedo contaros que el niño y yo tenemos una señal secreta con las manos para que me diga cuando necesita sentarse solo un rato.
No puedo deciros que pasa el descanso acurrucado en mi regazo porque “me hace sentir mejor oír tu corazón, señu”.
No puedo contaros que he estado rastreando meticulosamente sus incidentes agresivos durante 3 meses, y que se han reducido de 5 incidentes al día, a 5 por semana.
No puedo contaros que la secretaria del colegio ha aceptado que le mande a su despacho a “ayudarla” cuando me doy cuenta de que necesita un cambio de escenario.
No puedo contaros que me he puesto de pie en una reunión de docentes y que, con lágrimas en mis ojos, les he ROGADO a mis compañeros que le echen un vistazo extra, que sean amables aunque se sientan frustrados de que haya vuelto a pinchar a alguien, y esta vez, JUSTO DELANTE DE UN PROFESOR.
El asunto es que hay TANTAS COSAS que no puedo contaros sobre ESE niño. Ni siquiera lo bueno.
No puedo contaros que su trabajo en el aula es regar las plantas y que lloró con el corazón roto cuando una de las plantas no sobrevivió a las vacaciones de Navidad.
No puedo contaros que despide a su hermanita con un beso cada mañana, y le susurra “eres la luz de mi vida”, antes de que mamá se aleje con el carrito.
No puedo contaros que sabe más sobre tormentas que muchos meteorólogos.
No puedo contaros que a menudo se ofrece para sacar punta a los lápices durante el recreo.
No puedo contaros que estruja al pelo de su mejor amiga en el descanso.
No puedo contaros que, cuando algún compañero llora, cruza el aula para ir a buscar su cuento favorito desde el rincón de las historias.
El asunto es, queridos padres, que solo puedo hablaros de VUESTRO hijo. Así, lo que os puedo decir es esto:
Si nunca, en cualquier momento, VUESTRO hijo se convierte en ESE niño…
No compartiré vuestros asuntos personales con otros padres de la clase.
Me comunicaré con vosotros con frecuencia, y con amabilidad.
Me aseguraré de que haya pañuelos cerca en nuestras reuniones, y si me dejais, os sujetaré la mano mientras lloráis.
Defenderé que vuestro hijo y vuestra familia reciban los servicios especializados de mayor calidad, y cooperaré con estos profesionales en la mayor medida posible.
Me aseguraré de que vuestro hijo reciba amor y mimos extras cuando más lo necesite.
Seré la voz de vuestro hijo en la comunidad escolar.
Seguiré, pase lo que pase, buscando y descubriendo, todas las cosas buenas, asombrosas, especiales y maravillosas de vuestro hijo.
Os recordaré a él y a VOSOTROS de estas cosas buenas asombrosas especiales maravillosas, una y otra vez.
Y cuando otro padre se acerque, con quejas sobre VUESTRO hijo…
Le contaré esto, una y otra vez.
Con mucho cariño,
La maestra.

martes, 22 de marzo de 2011

La fuerza de un niño

Qué bonito!!! La fuerza de un niño mueve montañas.... ¡¡MÓJATE!!

lunes, 28 de febrero de 2011

DEMOS EJEMPLO!!

Este video deja muy claro la influencia que tienen los adultos sobre los niños. DEMOS EJEMPLO!!

lunes, 8 de junio de 2009

MUCHAS GRACIAS POR TODO


Llega un momento en el que alguien te ofrece coger a un grupo de niños de 9 años para formarles y educarles en la vida cristiana, y tú aceptas con un SÍ rotundo porque es lo que llevabas esperando hacía mucho tiempo. Se hace muy díficil al principio, no sabes si valdrás, si les darás todo lo que necesitan.

Es un grupo complicado, son unos niños muy movidos y te hacen salir todos los días atacada de los nervios, pero sabes que tienes que aguantar y que ellos no pueden saber que te derrumbas y que dudas de ti misma.

Pasas dos años con ese grupo, piensas que no lo estás haciendo todo lo bien que deberías, hay algo que no va bien, algunos se dejan el grupo, otros se cambian de día y con solo 3, ¿que voy a hacer? Aunque las cosa parecen no ir tan mal, te ofrecen coger otro grupo un pelín más grande son unos 20 niños de la misma edad, la solución es juntar ambos grupos e iniciar juntos un nuevo camino.

No estás acostumbrada a esto, 20 niños para tí sola en un aula, te das cuenta de que estar en ese aula todos los viernes es una gozada, un poco charlatanes, pero vale la pena, son trabajadores y parece que entienden todo lo que les pides.

Notas que se van haciendo mayores y que ha cambiado su comportamiento en el aula, escuchan más, están haciéndose hombres y mujeres de provecho y lo más bonito es que sabes que algo has tenido que ver en ese proceso, todas esas "broncas", esos disgustos, todas esas llamadas de teléfono y charlas por el messenger, las salidas a la bolera y al cine, las meriendas... todo ha tenido su fruto. Sabes que el paso por perseverancia es algo que van a recordar durante mucho tiempo, que algunos, ojala todos, van a continuar por este camino, el camino de Jesús, tú llevas 5 años de su vida iculcando una ideología que ahora es parte de su vida, tú formas parte de su vida y ellos siempre formarán parte de la tuya.

Ellos también me han enseñado algo a mi, me han enseñado a ser paciente, a ser dura cuando debo y compañera cuando lo necesiten, debeis saber chicos y chicas, que vosotros también habéis influido en mi vida, que me habéis ayudado a formarme, porque esta esperiencia tan agradable ha dado su fruto, yo sembré en vosotros y vosotros sembrasteis en mi.


A todos vosotros: Laura Agramunt, Laura Ramos, Balma, Andrea, Ana Bartoll, Omar, Javi, Antoni, Jesús, Jose, Victor, Diego, Mónica, Isabel, Ana Albalate, Kevin, Cristina, Patri, Melani, y también Alex, Natalia, Cristian, Sara y Laura Pau,

MUCHAS GRACIAS POR TODO, YO TAMBIÉN OS QUIERO MUCHÍSIMO. UN BESO MUY FUERTE PARA TODOS

miércoles, 27 de mayo de 2009

miércoles, 13 de mayo de 2009

Educar

Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca
hay que medir, pesar, equilibrar...
... y poner todo en marcha.
Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino,
un poco de pirata...
un poco de poeta...
y un kilo y medio de paciencia concentrada
Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que esa barca, ese niño,
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia pueblos distantes, hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera enarbolada.


Gabriel Celaya

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Primer cuento

El bote de la vida

Un profesor, delante de sus alumnos de la clase de filosofía, sin decir una palabra, cogió un bote grande de vidrio y procedió a llenarlo con pelotas de golf. Después preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que si.
El profesor cogió una caja llena de canicas y las vació dentro del bote. Estas llenaron los espacios vacios que quedaban entre las pelotas de golf. El profesor volvió a preguntar de nuevo a los estudiantes si el bote estaba lleno, y ellos volvieron a contestar que si.
Después el profesor cogió una caja con arena y la vación dentro del bote. Por supuesto que la arena llenó todos los espacios vacios. El profesor preguntó de nuevo si el bote estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes le respondieron con un sí unánime.
El profesor rápidamente añadió dos tazas de café al contenido del bote y, efectivamente, llenó todos los espacios vacios entre la arena. Los estudiantes reían.
Cuando la risa se fue apagando, el profesor les dijo:
"Quiero que os fijéis, este bote representa la vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, cosas que te apasionan. Son cosas que aunque perdiéramos el resto y nada más nos quedasen estas, vuestras vidas aún estarían llenas. Las canicas son las otras cosas que nos importan como el trabajo, la casa, el coche... La arena es el resto de las pequeñas cosas."
Continuó diciendo:
"Si primero pusiéramos la arena en el bote no habría espacio para las canicas, ni para las pelotas de golf. Lo mismo sucede con la vida. Si utilizamos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas no tendríamos nunca lugar para las cosas realmente importantes. Prestad atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad. Ve con tu pareja a cenar, juega con tus hijos, concédete tiempo para ir al médico, practica deporte, disfruta con tu afición favorita..."
"Siempre habrá tiempo para limpiar la casa, para reparar la llave del agua. Ocúpate primero de las pelotas de golf, de las cosas que realmente te importan. Establece tus prioridades, el resto solo es arena."
Uno de los estudiantes levantó la mano y le preguntó qué representaba el café. El profesor sonrió y le dijo:
"¡Me encanta que me hagas esa pregunta! El café es para demostrar que aunque tu vida parezca llena, siempre hay un lugar para tomar dos tazas de café con un amigo."